Durante los últimos años hemos sido testigos de los avances logrados por plataformas de Inteligencia Artificial (IA), en todos los campos industriales y comerciales, y en particular en el área del derecho, donde su crecimiento va en aumento a nivel global. En el área del Derecho, la tendencia es el rediseño del modelo de negocio de las oficinas de abogados, en el cual, los abogados del futuro se centrarán en el valor especializado que los hace únicos.
La utilización de nuevas tecnologías de Legaltech (FinBoot, Smart Contracts, Ejust etcétera), ya están impulsando importantes cambios en el terreno legal. El Legaltech se presenta como uno de los sectores emergentes en el emprendimiento digital y como una herramienta que definirá a los abogados del futuro, descargando a éstos y sus clientes de trámites burocráticos, además de la garantía de menos inversión en horas de compilaciones.
Como consecuencia, la abogacía tradicional y los modelos clásicos de prestación de servicios jurídicos se están quedando atrás, para dar paso a un ejercicio más sofisticado, ágil y práctico, en los cuales la inversión en talento y tecnología juegan un papel importante.
Las firmas de abogados con mayor diversificación de talento, prestarán un portafolio más amplio de servicios profesionales y utilizarán equipos multidisciplinares y multiculturales que aborden los problemas y ofrezcan soluciones desde una perspectiva más integral. El surgimiento de nuevas tendencias de servicios legales y la transformación corporativa de las oficinas de abogados, con servicios virtuales, es una realidad en el futuro cercano.
Esta revolución en el mundo jurídico también va a suponer un cambio en materia académica, perfiles y habilidades de los profesionales del derecho, que tendrán que adaptarse a una nueva realidad en la que la influencia de tecnología va a estar cada vez más presente y tendrán que contar con amplios conocimientos del derecho digital, conocimientos de programación para la búsqueda de soluciones, y la valoración de herramientas de Legaltech que agilicen su labor diaria y permitan a sus clientes la materialización de negocios, de manera rápida, segura y efectiva.
También supondrán el cambio de imagen de las firmas de abogados, para incidir en la percepción del tradicionalismo, formalismo y sobriedad que caracterizan las mismas. Implicará tener plataformas digitales que no solo se limiten a la descripción de perfiles corporativos y de servicios, sino de comunicación directa y servicios que permitan una experiencia diferencial al cliente, tales como: i) asistentes legales virtuales y ii) plataformas con herramientas que te permitan acceder a información y obtener una valoración de un experto sin necesidad de tener que seleccionar o acudir a una cita de forma presencial.
Varios estudios han sido realizados, donde se han puesto a abogados experimentados a competir contra una IA, en los cuales se imparten instrucciones para analizar contratos, detectar soluciones efectivas y determinar los posibles riesgos de transacciones. Los resultados finales? Con este sistema se pasó de contestar consultas, con duración de hasta 8 días, a hacerlo en 15 minutos por IA; se minimizó el margen de errores, con eficacia en la toma de decisiones sobre las soluciones viables y la reducción significativa de los costos y honorarios involucrados.
Las reflexiones de estos estudios hacen cuestionarse, ¿serán reemplazados los abogados por máquinas y robots?. En lo inmediato, el mundo seguirá necesitando de los abogados, pero debemos estar preparados para las nuevas tendencias de IA en los servicios legales, las cuales serán diferentes, más complejas y desafiantes. Estamos obligados a aprovechar el potencial de las tecnologías asociadas con la IA para transformar el servicio legal y ser competitivos en un mercando vanguardista.
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